El turismo sostenible es el turismo que tiene en cuenta las repercusiones económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, la industria, el entorno y las comunidades anfitrionas.

Este tipo de turismo ha ido ganando peso debido al turismo desestructurado y masificado que ha tenido lugar durante las últimas décadas. En los 90, el impacto provocado por el turismo comenzó a tener efectos socioeconómicos negativos en la sociedad y distintos organismos e instituciones internacionales empezaron a promulgar recomendaciones por un turismo respetuoso con los recursos naturales.

Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), hay tres claves para lograr que el turismo pueda ser sostenible: en primer lugar, la optimización de los recursos medioambientales, cuidando el entorno natural y su diversidad biológica; en segundo lugar, el respeto hacia la cultura local, y finalmente, la distribución de la riqueza, generando equilibrio en la distribución de los beneficios socioeconómicos reduciendo la pobreza en las comunidades locales.

Con tal de promover este tipo de turismo, desde Intelier Hoteles queremos darte algunos consejos para convertirte en un turista más respetuoso con la sostenibilidad.

1. Respeta la historia y la naturaleza

Hay muchas cosas que puedes hacer durante tu viaje para preservar la historia y la naturaleza de los lugares que visites. Estamos seguros de que cuando viajas intentas ser lo más respetuoso con el entorno, pero por si acaso, te dejamos algunas recomendaciones para seguir mejorando en el próximo destino.

Si vas a ir a un lugar con mucha historia, evita tocar los edificios, monumentos y templos antiguos y mucho menos te lleves ninguna piedra de souvenir. Respeta las señales y pregunta si tienes alguna duda sobre cómo debes comportarte en ese espacio.

Si vas a visitar ecosistemas sensibles, como arrecifes de coral o selvas, infórmate de cómo hacerlo para causar el menor impacto posible y no degradarlos. Tampoco adquieras flora y fauna protegida, ni productos derivados de dichas especies.

2. Acércate a la gente y la cultura local

El turismo es uno de los sectores que mayor impacto generan en la sociedad que lo recibe. Hay que evitar que las necesidades que tenemos como turistas en un viaje se impongan sobre la cultura local del lugar que visitamos.

El turismo sostenible se basa en el respeto hacia la gente, la cultura, las costumbres, la gastronomía y las tradiciones de las poblaciones locales. Acércate a ellos con respeto, así fomentarás que el turismo que se genere sea a partir de las cosas que caracterizan ese lugar.

3. Desplázate en tren siempre que puedas

De todos los medios de transporte que disponemos, el tren suele ser el menos contaminante de todos. Eso se debe a que emite menos CO2 y transporta a un mayor número de personas. Por esta razón, siempre que puedas elegir entre viajar en avión, barco, autobús, coche o tren, la mejor opción para el medio ambiente es el tren.

Una vez en tu destino, intenta utilizar medios de transporte con una baja o nula emisión de C0₂. Puedes desplazarte a pie o en bicicleta si necesitas recorrer distancias más largas. En el caso de que no sea posible moverte de esta forma, puedes optar por utilizar el transporte público. Los autobuses y los metros son medios de transporte masivos con menor impacto medioambiental que los coches tradicionales.

4. Escoge destinos poco populares

El turismo masivo produce efectos negativos sobre el medio ambiente. Cuantos más visitantes recibe un destino, mayor es el impacto que se genera debido a la creciente demanda de recursos y tráfico.

Por eso, para viajar de forma sostenible, es importante elegir destinos menos frecuentados por las multitudes, ya que distribuir el turismo entre un mayor número de destinos contribuye a la conservación del medio ambiente.

Otro beneficio de viajar a lugares que no suelen ser muy conocidos por los turistas es la posibilidad de disfrutar de ese destino con más tranquilidad, menos personas y sin aglomeraciones.

5. Viaja en temporada baja

Viajar en temporada baja es muy beneficioso para el turismo sostenible. De la misma manera que eligiendo destinos menos visitados por los turistas, viajando en las épocas de menos afluencia de turistas estarás evitando contribuir a la masificación que hay en muchos destinos durante la temporada alta.

Contribuirás también al mantenimiento de las comunidades locales durante las épocas de menos afluencia turística y, además, podrás disfrutar del lugar con mucha más calma, ya que no habrá tanta gente y no se generarán colas y atascos a la hora de visitar los sitios turísticos.

6. Apoya los comercios locales

Realizar todas tus compras en las grandes cadenas de supermercados puede resultar muy fácil y cómodo, pero muchos de sus productos son importados y sus procesos no son nada amigables con el medio ambiente.

Los productos locales son un pilar fundamental para la economía de algunas poblaciones, ciudades y/o países. Comprando en establecimientos locales como mercados de agricultores, restaurantes tradicionales o tiendas de artesanos, entre otros, estás a la vez apoyando a los comerciantes locales y generando un impacto positivo en el desarrollo de la economía de ese lugar.

7. Sé consciente de tu consumo de agua y energía

Cuando viajes, y especialmente si te encuentras en un lugar donde el agua o la energía es un bien escaso, procura ser responsable con los recursos que consumes.

Hay muchas acciones que podemos llevar a cabo para ahorrar agua y energía durante un viaje, como por ejemplo, cerrar el grifo mientras nos lavamos los dientes o nos duchamos y no dejar el aire acondicionado o la calefacción encendida cuando estamos fuera.

Otra forma de ahorrar agua y energía durante un viaje es reutilizando las toallas del hotel en vez de usar una nueva cada día. Este pequeño gesto, que mucha gente ya tiene integrado, contribuye enormemente a la conservación de estos recursos.

8. Evita dejar residuos

Aunque creas que tus acciones no tienen ningún impacto, la suma de estos actos puede provocar consecuencias negativas para el medio ambiente.

Los residuos que dejamos tirados en espacios naturales perjudican al medio ambiente, de hecho, muchos de estos desechos suelen ser productos de plástico que no se degradan correctamente y terminan contaminando durante años.

Por eso, cuando hagas un picnic, vayas a la playa o de excursión a la montaña, procura recoger los residuos que hayas generado y, de paso, recoger aquellos que encuentres en la naturaleza. Haciendo esto, ayudas a evitar que los animales terrestres y marinos acaben ingiriendo toxinas plásticas o sufran daños por culpa de nuestros residuos.

¡Que la única huella que dejes sea la de tu calzado!